sábado, 22 de septiembre de 2012

ALZIRA - LA CASELLA - SIMAT - PAS DEL LLOP - ALZIRA

Un día más, los jodidos repechos hemos hecho fechorías de las nuestras, esta vez el punto de partida elegido era Alzira, en el corazón de la Ribera Alta, para dirigirnos hacia la Valldigna.

Los elegidos para la gloria, Diego, Escribano, Jaime, Jose Luis, Justo y un servidor, Carmelo.

Cumpliendo con la hora acordada, a las 8:30 estábamos en Alzira dispuestos a sufrir y disfrutar sobre nuestras monturas, por lo que hemos partido hacia nuestro destino subiendo suavemente por asfalto por el camino de la Casella, a las faldas de la Serra de la Murta, pasando por el Barranco Negro y la Font del Tormo hasta el puntal de la Simeta, desde allí hemos empezado a subir de verdad, con una pendiente cada vez más inclinada y sin perder de vista La Serra de les Agulles, con sus escarpadas crestas.

Trepando y trepando, hemos llegado a la cota máxima del día, 480 metros, a poca distancia del Puntal dels Chermanells, donde hemos parado para admirar las vistas de la Valldigna y tomar unas instantáneas.

Desde allí hemos comenzado una trepidante bajada de hormigón con curvas de 180º donde hemos alcanzado velocidades cercanas a los 60 km/h, y siguiendo el Barranc de PerePuig, hemos llegado hasta la CV-600 para llegar a Simat, donde nos hemos encontrado en una rotonda a un compañero carretero de la peña de Sedaví tirado en el suelo y posiblemente con la clavícula rota, y es que hay que tomárselo con calma en las rotondas.

Ya en Simat, hemos llenado el buche en el Bar Trinquet, justo al lado del Monasterio de Santa María de la Valldigna, donde nos han dado unas participaciones para una cena para dos (a ver si nos toca) y donde he de decir que no saben lo que es un "cremaet", porque el mío tenía todo el alcohol de serie.

Tras pegarle un vistazo desde la puerta al monasterio, hemos emprendido el camino de vuelta por la misma CV-600 desviándonos por el Racó Botella para salir paralelos a la CV-50, pasando al lado del convento de Santa María de Aigües Vives.

Tras cruzar la CV-50, hemos comenzado la parte más divertida de la ruta, con la Serra de les Agulles a la derecha, la cual hemos atravesado por el Pas del Llop donde Justo ha tenido sus mases y sus menos con un pedrusco que le ha hecho acabar mordiendo el polvo.

Hemos continuado sin mayor problema, saltando una verja que nos impedía el paso, entre huertos de naranjos, por una fiesta ibicenca que no hemos encontrado, y por estrechos senderos (estrechos tanto en anchura como en altura) hasta llegar de nuevo al punto de partida, pero como había sido demasiado fácil, a 20 metros de los coches he decidido irme al suelo con ganas, resultado: casco abollado, codo arañado, maillot agujereado, y hospitalidad de los alcireños comprobada, puesto que rápidamente han sacado el agua oxigenada y el betadine. Consejo: parafraseando a Stevie Wonder, "si bebes cremaets sin quemar, no pedalees"

Y después de todo esto, cada mochuelo a su olivo y a ir pensando en la siguiente, con el objetivo puesto en prepararnos para la Gran Vuelta del Caroche...

Desde lo alto
La Valldigna
  
Momento de meditación
Recargando baterías
 Al final nos han salido 43.89 km, a una media de 15.5 km/h, y con un desnivel acumulado de 829 metros.




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Descargar Track de Ruta en Wikiloc: (Diego.v)

domingo, 16 de septiembre de 2012

PEDRALBA - BUGARRA - GESTALGAR


¡¡¡Una semana mas con nuestras bicis!!!, como no, para alargar el verano, la propuesta era hacer otra de nuestras rutas fluviales remontando el río Turia y directos a el nos hemos ido, los valientes de hoy  éramos: Carmelo, Tony, Escribano, Fernando, Jaume, Jose Luis y yo (Diego).

La ruta salia desde un lugar cercano a Pedralba y desde allí hemos preparado nuestras bicis a las 8.30 de la mañanita y con un fresco que es normal por estas fechas pero que ya te hace ir buscando cualquier pequeño rayo de sol para entrar en calor.

Aunque como no, una vez empezada la ruta ya lo hemos hecho a un ritmo más bien de calor, porque algunas zonas de arboleda nos han hecho volver a sentir ese frio en el cuerpo y como no nuestra respuesta ha sido darle a los pedales, pero continuando con la ruta nos hemos dirigido hacia el monte Roger por el que nos ha esperado una subida larga de aproximadamente 6 kilometros con un terreno roto y suelto, pero con buen ritmo y aprovechando la baja temperatura hemos ido sumando metros no sin antes comentar que por esa misma zona bajaríamos al volver y eso en realidad nos ha venido bien para ya esperar un poco de acción al terminar la ruta.

Una vez arriba del Roger teniamos que ir a buscar el pueblo de Bugarra, pero aun nos quedaba una gran bajada larga y bonita de unos 8 kilometros por el barranco de los fresnos, la bajada era continua y por buen terreno pasando por un par de zonas de interés como un aljibe y otra zona en la que la temperatura bajaba bastantes grados y solo al pasar por allí todos lo hemos notado, Jose Luis ha decidido ponerle el nombre de la Nevera y nunca mejor dicho porque vaya si se notaba (¿quien se ha dejado la puerta abierta?) jaja.

Después de unas cuantas pasadas de frenada por las curvas cerradas y de haber soltado las piernas, llegamos al pueblo de Bugarra, y ya por primera vez vemos el río Turia en todo su esplendor, nuestra parada era en la zona recreativa de allí para hacernos unas fotos, alimentarnos algo y alguno que otro se ha podido mojar los pies. Acabado todo eso nuestra siguiente parada ya seria Gestalgar. Saliendo de Bugarra aun hemos pasado por el puente de Indiana Jones para cruzar el río y poder observar la central hidroeléctrica. Sin mas pausa nos ponemos a hacer camino esta vez metiéndonos por el campo para buscar la carretera a Gestalgar, una vez encontrada no hemos tenido mas que relajarnos y llevar un buen ritmo hasta divisar el pueblo en todo su esplendor posado ante sus montañas y el cañon del rio.

Ya llegados al pueblo nos ha tocado buscar una panadería para comprar nuestro almuerzo que ha resultado ser empanada de pisto, pero que mas tarde seria puré de pisto y luego os cuento porque.
Ya con el almuerzo en la bolsa y las ganas de llegar a algún sitio para jalar, nos hemos dirigido hacia el area en la que volveriamos a ver otra vez el río Turia, esta vez más salvaje y mas adentrado en las montañas, pero ahora el fin era llegar a la conocida Peña María, llegando al motor del río y parándonos a ver una zona de baño preciosa (apuntada para rutas de baño), hemos tenido una duda de por donde seguia la ruta ya que a veces el GPS es un poco dificil de intuir (sobre todo cuando la zona se cierra mucho y salen varios caminos) pero justo un poco mas arriba y subiendo unos escalones la hemos encontrado sin problemas. 
Lo que al principio parecía fácil, se había convertido en una pequeña senda muy estrecha por la que simplemente teniamos que dejar deslizar nuestras bicis y que fueran haciendo camino, pero con tanto sube y baja y con alguna que otra estrechez, nos ha tocado hacer gala de todas nuestras habilidades, como decía Fernando, aquello parecía un parque temático o de atracciones, pero a la vez un paraje natural precioso.
Como ya os había dicho antes, la razón de que la empanada de pisto se convirtiera en puré, ha sido ésta divertida ruta, pero sin más la hemos salvado para llegar a la Peña María y así poder engullir el almuerzo.

Después de estar ya todos llenos y habiéndonos alimentado de todo lo que había por la zona y por nuestras mochilas, aun nos hemos acercado para divisar parte del cañón del Turia entre Gestalgar y Chulilla, tras lo que hemos vuelto por el mismo sitio para pasar antes a refrescarnos con agua de la Fuente Maria en la que también hemos sido retratados y observados por un gran lagarto que hemos visto subir montaña arriba, y vaya si era grande.

En esta ruta teníamos previsto hacer un par de cambios para evitar el mismo camino de vuelta, pero que por llevar el sol de cara y quizás por mala lectura del Gps, no han sido posibles, por lo que hago una llamada de atención para volver a hacerla y completarla tal y como esta el track. 

Sin más tiempo que perder hemos continuado el mismo camino hecho dándonos cuenta de que ya no podiamos coger la alternativa pero que queda pendiente y nos hemos dirigido otra vez a Bugarra, no sin antes volver Tony y yo a probar neumáticos en una bajada ¡¡Plano de Hamilton!!.
Ya pasando Bugarra, sabíamos que esta vez nos tocaba hacer lo antes bajado de subida, pero con nuestras últimas fuerzas hemos hecho una gran subida sin hablar y con ritmo constante, con un imparable Escribano al frente, ya que sus barritas de hoy eran mágicas (espero que alguien le haya cogido la marca jaja) 
Una vez arriba del todo nos hemos agrupado todos para deshinchar un poco nuestros neumáticos y hacer la bajada que al final de todo ha sido divertida y reconfortante para acabar ruta causando algún pinchazo a nuestro amigo Fernando, pero sin mas consecuencias, por lo que se puede decir que ya tenemos otra más al saco, pero dejando en estudio una posible vuelta para pillarla con más ganas, mejor temperatura y algún que otro integrante más del grupo que hoy no ha podido estar presente.

Con todo esto me despido dando las gracias a los que han venido por disfrutar de una buena mañana y esperando que nos veamos todos la siguiente salida.

La felicidad va por la vida vestida de instantes, y para descubrir esos instantes hay que habitar el presente. Es posible ser felices en las formas del ahora; el ayer ya se fue y el mañana aún no existe, solamente somos dueños de aquellas horas que construyen nuestro hoy.

Buena ruta chicos.



 

En total han salido 43,94 km, a una media 14,62 Km/h y con un desnivel acumulado de 932 m.







domingo, 2 de septiembre de 2012

VUELTA A LA CANAL DE NAVARRES

Consciente de estar apurando los últimos sorbos de esta ingrata y sórdida vida, con el cuerpo destrozado y el alma inundada de dolor, intento que el temblor de mis exhaustas manos no hagan ilegible el legado que dejo a la posteridad en forma de crónica de los últimos hechos acaecidos en mi vil existencia y que me han conducido al estado de descomposición y decrepitud que me arrastra sin remedio al fin de mis días....

Así podría empezar la crónica de la ruta que nos metimos entre pecho y espalda en el día de ayer... brutal. Todo empezó una agradable y fresca mañana en Anna, donde habíamos quedado a las 08:00 de la mañana para iniciar la que sería nuestra aventura más larga hasta la fecha. Miguel, Diego, Justo, Fernando, Escribano y el que escribe estas líneas (Carmelo). 
Seis valientes en total, Seis.
Salimos a las 08:15 dirección hacia el Lago de Anna, no sin antes sortear lo que sería la primera confusión gpsera del día, debido a nuestro desconocimiento de la zona y lo escondido del camino en ciertas ocasiones.
Desde allí, dirección Chella, atravesando por todo el casco urbano y rodeando Bolbaite por el oeste para empezar a subir hasta la cumbre de la ruta (489 m.), momento en el que paramos para nuestra primera recarga de baterías en el paraje de la Ceja del Río Grande, donde había un grupo de acampada libre, y con los que estuvimos charlando.
A partir de ese momento, bajamos unos metros para adentrarnos en los cañones del río Grande, unos 7 km. de paisajes increíbles que tuvimos que hacer en gran parte andando dado que la ruta transcurría sobre el propio lecho del río, que aunque estaba seco, era prácticamente intransitable sobre las dos ruedas.
Llegado el momento, empezamos a encontrar tramos en los que iba surgiendo el agua, hasta llegar al Charco del Chorro, en el término de Quesa, donde nos pegamos un baño memorable, y su agua fresca calmó momentáneamente el escozor de los innumerables arañazos y raspones con que nos había tatuado la madre naturaleza.
Después de unas fotos, unos bocados y unas risas (aun estábamos para risas), retomamos el camino dirección Quesa, encontrándonos cada vez con más tramos ciclables, hasta que por fin abandonamos el río Grande. 
Tras unas dudas debido a que el camino se perdía en una zona de cañaveral y juncos, algunos aprovechamos el desconcierto general para rellenar el buche a base de higos (buenísimos) y al fin conseguimos encontrar la senda que nos habría de llevar de nuevo a la civilización, donde aprovechamos para llegar nuestros depósitos en la fuente de un parque, no sin antes desconfiar de las indicaciones para encontrar agua potable que nos daba un simpático indígena (...)
A partir de ahí, por el barranco Moreno, siguiendo una ruta transitada por 4x4 (alguno de ellos un tanto inconsciente), vamos buscando el embalse del río Escalona, con un par de caídas tontas (la mía en un cómodo y mullido colchón de aliagas), una tela de araña increíblemente resistente, algún que otro despiste, e incluso avistamiento de ciervos (en total fueron 10 los que llegamos a ver).
Llegamos por camino asfaltado a la presa del embalse de Escalona con 50 km. en las piernas y las caras ya no eran de amigos, y tras sortear las dos verjas que cierran el paso, y una "agradable" subida de 160 m. de desnivel (ya no estábamos para muchas bromas) continuamos esta vez dirección a la presa de Tous por pista forestal.
Varios kilómetros después comenzamos a divisar nuestra ansiada meta a lo lejos, pero los kilómetros cada vez eran más y más largos y más pesados, Escribano se baja de la bici porque le entra angustia, yo me tengo que bajar por un calambre y amago de otro en la otra pierna... volvemos a recomponer nuestras filas, cometemos el último error gpsero del día, que de paso nos regaló unas granadas con muy buena pinta, y retomamos el camino a Anna.
Una vez ya en Anna, a eso de las cuatro menos cuarto, paramos para hidratarnos en una fuente a la entrada del pueblo y vamos buscando un lugar para saciar nuestros estómagos vacíos, pero no conseguimos encontrar nada. La desesperación nos hace llegar a una heladería donde nos aconsejan "El mesón Gallego" a la salida del pueblo, volvemos a los coches, cargamos las bicis, estiramos, y buscamos el citado mesón, donde nos pegamos por fin un homenaje a base de menú del día bueno y barato y cerveza a eso de las cuatro de la tarde (agradecidos por habernos servido a esas horas).
A partir de ahí, seis despojos humanos se despiden y se dirigen a sus moradas para reponerse de lo que habría sido la ruta más larga y dura hasta la fecha...

Quede así constancia de la verdad de los hechos que aquí se relatan, advertidos quedáis aquellos a los que la osadía les haga seguir nuestros pasos, pues no encontrarán más que dolor y sufrimiento...



Según mi gps, hemos hecho un total de 70,98 km, a una media de 12,4 km/h y con un desnivel acumulado de 1.538 metros.




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