Buenas a tod@s.
La ruta que hoy os narro esta compuesta por un
compendio de caminos y sendas, y su zona de acción se sitúa en las
inmediaciones de la Sierra de Espadan, concretamente en la zona
Suroeste.
En esta ocasión no fuimos muchos los que nos atrevimos a
dar pedales por Espadan, pues sabíamos que la ruta seria dura, y vaya
que si lo fue. Los afortunados en disfrutar, aunque también sufrir la
ruta fueron Diego, Paula, Héctor y yo (Miguel).
Comenzamos la ruta
saliendo de Sot de Ferrer pueblo próximo a la autovía y de fácil acceso,
la mañana empieza con temperaturas suaves y muy agradables para esta
época del año, y para no perder la costumbre empezamos la etapa con una
dura subida, la subida de la ermita de Sant Antoni de Padua, pues en un
principio seguimos los pasos de la marcha que se realiza todos los años
en esta localidad. Decir que la subida a la ermita es una castaña, dura
por tener algún escalón, pero sobretodo por el suelo de gravilla de
piedra grande que hace clavar la rueda cuando le aprietas de más al
pedal. Pero bueno siempre hay quien opta por subir gran parte a pie,
pues sin calentar puede ser malo forzar los músculos, y si no que me lo
digan a mi que por esta subida entre otras causas sufrí el tirón del
siglo en la pierna.
Ya estamos todos arriba y toca hacer unas sendas
muy divertidas para darle rápido al pedal en el primer tramo y luego
para poner en juego nuestra habilidad en subida. Pedaleando entre pinos
salimos de las sendas y cogemos varios caminos que nos dejaran en
Azuebar, por toda la ruta se van intercalando tramos de caminos de
tierra, cemento, asfalto e incluso un tramo de carretera viejuna con
tramos de gravilla.
Llegamos a Azuebar, por su rambla y subimos hacia
el cementerio para luego pasar por dentro del pueblo, que a estas horas
de la mañana no esta muy concurrido.
Salimos de Azuebar dirección a
la rambla de Almedijar, por el camino de Aljezar, aquí empieza la subida
más larga del día pero con poco desnivel. Terminamos este camino y
entramos de lleno en plena sierra, y lo hacemos a lo grande por la zona
de la Mosquera.
Remontamos el barranco de la Falaguera, que con
paciencia se sube muy bien, pero hay de nosotros que es ver un compañero
del pedal pasar y nos ponemos locos, en esta ocasión entre mi despiste y
mi ignorancia empece a dar pedales detrás del primero en pasarnos de un
grupo de tres en principio bien pero el ritmo era fuerte, tras el otro
compañero suyo le seguía también con mucha fuerza, y aquí viene cuando
se nos va de las manos pues nosotros tres empezamos a seguir el ritmo de
un tercero que al parecer cedía con repto a los de cabeza, pero solo
era una ilusión óptica, pues los tres acabamos con la lengua fuera.
La
única que salio ganando de este esfuerzo fue Paula que con su ritmo
constante llego arriba sin ningún cansancio acumulado en las piernas.
Estamos
en la casa de la Mosquera rodeados de un frondoso bosque de Alcornoques
y con un par de Pinos que protegen la casa de un tamaño grandioso,
bonito lugar para hacer de ocupa, me la apunto por si no acaba nunca la
crisis, bueno mejor dicho la estafa.
Salimos por un camino que pica
en bajada, y conectamos con el tramo de carretera viejuna en la que
probablemente no os crucéis con ningún coche como a nosotros nos paso
solo con bicis.
Terminado este ultimo trozo de subida abandonamos la
carretera, y ojo pues entramos en una de las sendas del día, no tiene
desperdicio empieza peligrosa, pues siempre tenemos el barranco que
parece llamarnos en terreno esta ciclable, el único pero para mi es que
cuando pasamos el matorral bajo estaba muy cerrado y teníamos el peligro
de enganchar el manillar en las ramas. Pero justo al llegar al barranco
donde termina la zona más inclinada, nos cruzamos con dos grandes
personas que habían ido expresamente a limpiar la senda.
Pues
nosotros solo podemos decir gracias, pues la gente como esta es la que
mantiene los caminos y sendas abiertos, lugareños comprometidos con la
maravilla de su entorno y que saben valorar lo que tienen. Y ahora toca
darle un a la Generalitat, pues si por ellos fuera ya estaba todo el
monte privatizado, ya que según ellos es la mejor manera de mantener
limpio el monte.
Y cruzamos del barranco de Almedijar, pasamos por la
fuente de Almanzor con una charca pero sin agua en su caño, dejamos
atrás un castaño histórico y paramos en la caseta del carbonero donde
podemos ilustrarnos con un cartel que nos cuanta como utilizaban los
Alcornoques para hacer carbón.
Casi en Almedijar paramos en el área
recreativa de los Pinos, cogemos fuerzas y bebemos agua buena de la
fuente. Entramos a Almedijar y cruzamos de punta a punta el pueblo,
bonito pueblo encajado entre montañas que con su campanario hace resonar
en eco sus campanas. Tras el paso por la población empezamos la segunda
subida dura del día, la subida empieza con un pequeño tramo de senda
empedrada de los romanos, y continua con un camino cementado con unas
fuertes pendientes, casi llegando a las antenas y al castillo de la
rodana se suaviza la subida y termina el cemento.
Las vista aquí son
muy buenas hacia el Oeste tenemos el valle del río Palancia que luego
recorreremos de vuelta, y de fondo la sierra Calderona. Al Este el
relieve característico de la sierra de Espadan con sus puntiagudos
picos.
Estamos en el punto más alto de la ruta y aquí es cuando toca
disfrutar de la baja, y la vamos a hacer por una senda que ya conocemos,
pues en otra ruta ya la ciclamos. Y se puede decir que merece la pena
repetir por lo bonito del entrono y por las características de la senda,
senda que con un nivel medio se puede disfrutar, son en su parte menos
inclinada ya estando en pleno barranco se hace complicada, por las
afloraciones de alguna roca que otra.
Terminada la senda y con ganas
de repetirla volvemos por caminos dejando atrás primero Algimia de
Almonacid y después Vall de Almoacid, eso si sin pasar por la población
pues el tiempo apremia.
Apatir de aquí la cosa transcurre por caminos
de variado pelaje, que están adornados entre cultivos de olivos,
almendros, gran variedad en arboles frutales, y alguna que otra pinada.
Salimos
de los limites del parque natural, y bajamos por una senda corta pero
complicada que nos va a dejar en Castellnovo, ojo con esta senda que
tiene un tramo para expertos, para la mayoría de mortales mejor hacerlo a
pata pues no es mucho.
Atravesamos Castellnovo, otra bonita
población de la zona en la que dan ganas de parar a hacerse una cañita,
pero hoy no es el día pues aun queda ruta y estamos justos de fuerzas.
Tras
otro tramo de campos a la salida del pueblo llegamos al cruce del rio
Palancia, a la altura de Geldo, y vamos por la pinada arriba dirección a
Villatorcas. Para llegar al pueblo hacemos una pequeña senda bajando
del monte, esta es la senda más facilona del día y la terminamos con
gran velocidad.
Atravesamos Villatorcas y seguimos paralelos ya al
rio, pasando cerca de Soneja y siguiendo por la senda del rio hasta la
subida de una senda que nos dejara ya a la vista nuestro punto de salida
Sot de Ferrer, salimos a la carretera y llegamos al pueblo.
Misión cumplida y grandes paisajes guardados en la memoria.
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